No subestimes a tu maestro

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Un joven moreno llega al templo Shaolin para recibir entrenamiento, su maestro le ordena practicar y entrenar día, tarde y noche sobre una técnica de movimientos con las manos hasta que el joven aprendiz consigue llegar a dominar muy bien la técnica. Cuando quiere demostrarle a su maestro lo lejos que ha llegado… digamos que su maestro lo pone en su lugar, aún le falta mucho para superarlo.

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